29 de julio de 2012


Para Ana María
Enero 2008.


¿Y esa cara angelical?
No, no, la imaginé.
¿Una risa cantarina?
Esa yo creo la soñé.
¿Y ese cabello dorado?
No insistas, no puede ser.
¡Unas manitas me tocan!
CREO QUE VOY A ENLOQUECER.

No es locura, no te asustes
Un milagro haré crecer
En tu vientre y, más que en sueños
A tu beba has de tener.

¡Señor! ¡No estoy para bromas!
Ni marido tengo ya
Mi hija una señorita
Y del pequeñín ni hablar,
Es ya un joven y me vienes
Esta charada a anunciar.
Mira que no soy la Virgen
Mis pecados tengo ya.

No es locura, te lo digo
Con el grande y puro amor
Que le tengo a mis hijos
Como Su Padre Creador

Una cara angelical
Una risa cantarina
Unos cabellos dorados
Y yo que no lo creía.

Muchas gracias Padre Nuestro
Muchas gracias Mi Señor
Por esta dulce locura
Que justo a tiempo llegó

Mi madre ahora ya duerme
Esperando tú regreso
Pero este ángel conmigo
Hace el dolor más quieto.

Una pícara sonrisa
Una canción por allí
Luego un derrame de trastos
Que siempre me hace feliz

Y yo que no lo creía
¿Cómo del Señor dude?
Tus tan tiernas manecitas
Me devolvieron la fe.

Y me gustas cuando ríes
Si lloras me haces llorar
Me rió cuando regañas
Jugando a ser la mamá.

Pero el momento más dulce
El que nunca cambiaría
Es cuando esas manos tuyas
Me devuelven a la vida

Cuando siento tus manitas
Que esta mi piel acarician
Cuando me dices te quiero
Y sé que no estoy dormida

Ana María, mi tesoro
Te quiero tanto mi niña
Que con Natalia y Alfredo
Nada me debe la vida.