23 de abril de 2011

Y vuelvo a respirar

Otoño de 2010.

Me han encontrado unas tumoraciones en la matriz. El ginecólogo ha dicho que aún y cuando parece un tumor benigno no está tan cierto de ello, pues tiene un tamaño muy grande y una coloración algo rara.

Me practico los estudios de rigor, primer diagnóstico: MALIGNOS. Lloro a mares, pero solo por dentro, me avergüenza que quienes están a mi lado me vean llorar. Tengo un miedo que me entume hasta la médula. Mi madre murió de cáncer y ahora pasaré yo por lo mismo. Me detengo. Tiemblo. Lloro, grito. En ese momento mi querida amiga me toca el brazo y pregunta porque estoy estática, muda, inmóvil. Le muestro el resultado y pide una nueva cita. Nueva revisión, nuevos estudios: TODO FUE UN ERROR, (los tumores aunque de gran tamaño, son benignos) VUELVO A RESPIRAR.


Y vuelvo a respirar

Otro día despierta,

Uno más soñando

Tengo entre mis manos todo un universo

Soy poseedora de una nueva oportunidad

Y la veo, y la acarició, y la disfruto

Y lo único que se viene a mi cabeza es aquella frase

Desde niña escuchaba:

“Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal.”

Y elijo vivir, y es mi decisión seguir viva

Y vuelvo a respirar

A llenar mis pulmones de este aire

Ahora limpio y cálido

Y vuelvo a abrir los ojos y a ver mi hogar con una nueva luz

Y mi piel también despierta y percibe las caricias que me brindan mis pequeños

Y su voz, su risa resuena en mis oídos.

Así debe ser nacer

Hoy he nacido.