9 de octubre de 2014

Primer día de agradecimiento.

Hace unos días, semanas para ser honesta, mis grandes amigas Karla Ramírez y Carolina Orozco me invitaron a llevar a cabo un ejercicio que consiste en agradecer durante 7 días por 3 cosas en mi vida.
Entre situaciones médicas y el no saber por dónde comenzar, he pospuesto el cumplimiento del reto. Estuve pensando si empezar por el orden cronológico, es decir por las primeras cosas que tengo en mi vida. Si comenzar por lo más grande o por lo más pequeño. Así que he decidido comenzar por lo primero que me viene a la mente.

1.- Agradezco por la pareja que tengo, José Luis que ha sido mi compañero de estos casi 12 años. Mi cómplice en aventuras, mi confidente, mi amigo, mi amante, padre para mis hijos y porque no también compañero de juegos. Gracias él he conocido el amor verdadero, la dedicación y devoción absoluta por una persona. 

Me acepta tal cual soy, ama mis virtudes y ama mis defectos. Me ha ayudado a sobrellevar etapas muy duras de mi vida y literalmente me ha salvado la vida en algunas ocasiones. Ha buscado la cura para mi enfermedad y no ha descansado hasta encontrarla.
Me acompaña a marchas, campañas, congresos,  me ayuda a cocinar y no solo eso, se come lo que cocino. Juega con mis hijos, platica con ellos, los hace reír.
Es mi rey mago, mi hada de los dientes y seca mis lágrimas una y otra vez.
Gracias a él, los días son soleados, el invierno es cálido y la noche estrellada.

2.- Agradezco por Ana María, esa pequeña bomba de energía que vino a llenar mi vida cuando creía que ya no tendría más hijos.

Su risa, sus enojos, sus travesuras, sus experimentos, todo lo que hace, tantas y tantas preguntas que me mantienen siempre pensando, siempre intentando.
Tal vez ella no lo sabe, tal vez solo lo imagina pero es por el gran amor que le tengo, que intento muchas cosas.
Me gusta leer junto a ella, escucharla cantar, ver sus manualidades y hasta los programas que elige mirar.
Ella es única y puedo compartir con ella estos días de mi vida. Soy muy afortunada en ser su madre.
La escucho haciendo planes para el futuro, buscando libros que leerá cuando sea mayor.

3.- Agradezco también por el doctor Jasso, que es un profesionista comprometido y después de tantos años de sufrimiento, al fin ha podido diagnosticar acertadamente mi enfermedad; después de más de 20 años, me he liberado, vuelvo a ser yo misma. Ahora cocino, canto, escucho música y hago tantas cosas que ya parecían olvidadas. Es maravilloso conocer a profesionistas tan entregados a su quehacer y que le devuelven a la gente las ganas de vivir.